sábado, 8 de octubre de 2011

En sus zapatos

Hace un par de semanas se casó mi hermano menor, el benjamín de la casa y mi consentido... todos tenemos alguna debilidad, no?

Me costó muchísimo encontrar vestido. El que era perfecto para la ocasión era muy caro, el que me quedaba bien era demasiado elegante y los que me gustaban me quedaban como una patada en el culo.
Finalmente conseguí un vestido que si bien no se parecía en nada a lo que estaba buscando me quedaba  bien, lo podía pagar y me gustaba mucho. Pero claro, ese vestido como era de esperar no iba con los zapatos que yo tenía. Fue entonces cuando me acordé de mis zapatos de novia que solo había usado una vez. 
Los puse en una bolsa y decidí llevarlos al zapatero Luis para ver si se podían teñir. Luis no es un zapatero común y corriente, él hace zapatos para bailar tango artesanales con un sistema que él dice ser único y al cual llama "Sistema Luis". Por este motivo es un poquito más caro que otros de su rubro pero nunca me importó pagar ese plus porque realmente su trabajo lo vale.

El día que lo conocí a Luis yo lleva solo un par de semanas en el barrio, era recién casada y no tenía un mango. Entré a su tienda a comprar una pomada negra para los zapatos, y él al ver los zapatos que tenía que lustrar me obligó a comprar Arola con su tonadita paraguaya: “La pomada berreta no sirve de nada querida, eso es cuero, tiene sed, tenés que humectar al cuero!” Yo al principio me negaba y le pedía que me venda la pomada Wassington común y corriente. Él me dijo que si quería pomada Wassington la iba a tener que comprar en otro lugar. Sí, era un tipo muy especial… pero eso es lo que más me gustó de él.

Ese día cuando entré a la zapatería lo primero que me llamó la atención es no encontrarlo a Don Luis sentado en el banquito. Enseguida escuché una voz que me dijo desde el entrepiso "Voy", y al rato bajó el empleado de Luis al cual nunca había visto atender al público.
Le consulté por la tintura de los zapatos y me aconsejó no teñirlos ya que mis zapatos son de un cuero no apto para la tintura. Desanimada guardé los zapatos en la bolsa y le pregunté por Don Luis. 
-Como?... ¿no se enteró?-
-No, ¿qué pasó?-
-Don Luis se murió hace casi un año-
-¿Cómo que se murió y no me enteré!?-
-Es que los hijos no querían que la gente se enterara, ¿vio? Me hacían mentir... Cuando la gente preguntaba por Don Luis yo tenía que decir que estaba internado. Así pasaron meses hasta que un día lo agarré al hijo y le dije que yo no podía seguir mintiéndole a la gente... que el negocio se estaba viniendo abajo sin Luis, la gente había empezado a sospechar que estaba pasando algo raro. Yo no podía ser más cómplice de tanta locura!-
-¿Y porqué mentían?-
-Por que decían que si la gente se enteraba que Luis no estaba más al frente del negocio no iban a venir más. Que la clientela era “su” clientela…y parece que no se equivocaron. Desde que empecé a decir que Luisito ya no está uno a uno los clientes dejaron de venir-
-¿Y cuanto tiempo te hicieron ocultar la muerte de Luis?
-No lo va a poder creer, pero casi seis meses-

Me fui a mi casa con un sabor amargo y pensando donde iba a llevar los zapatos cuando necesiten ser reparados… porque yo se los llevaba a Luis.

Gracias por la Arola, Don Luis!  Le juro que nunca más voy a comprar pomada Wassington. Se lo prometo.





18 comentarios:

  1. :( me dio tristeza... Es un bajón, cuando se muere la gente que uno no conoce mucho, pero que se hace querer.
    ¡Qué locos los hijos! ¿Cómo podés mentir así?
    En otro orden de cosas, la película "En sus zapatos" es una de mis favoritas.
    Besos.

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  2. Awe, que personaje Don Luis! Yo tenia a Mario, el zapatero de mi misma cuadra. No se por que pero el zapatero que uno elige es especial; no es como el verdulero o el diariero ... Sera porque los zapatos son parte importante de nuestra vida, tal vez? Mario seguia al pie de la letra las instrucciones de sus clientes. Bah, sigue, hablo en pasado porque "yo" no estoy mas en el barrio, ha.

    Me hiciste reir al principoo cuando dijiste "como una patada en el culo", hahaha :p.

    Y mil gracias por el comentario en Alma Singer! :D

    Que tengas un lindo fin de semana largo!!!

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  3. Qué historia, Juli, qué triste...

    Y la contaste con mucho pesar, se nota.

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  4. pará, cuál es la zapatería de Luis? tengo muchos dramas con encontrar una que me guste en San Telmo. Al último que fui (en Independencia casi Bolívar) no puedo ir más xq me peleé, acepto recomendaciones

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  5. No Marie... el que te recomendaría yo no está más que era Luis! Quedaba en Carlos Calvo casi esquina Bolívar, al lado del mercado. La zapatería se llama "Sistema Luis" Sigue abierta pero no sé como funcionará. ¿La conocías?

    Sí es una historia triste, pero para desdramatizar les cuento que Luis era una persona bastante mayor. Podría haber vivido unos años más pero digamos que no dejo mucho en la columna de pendientes, de hecho tenía pensado retirarse este año para descansar.

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  6. si, la ubico perfecto
    creo que sigue abierta y voy a recurrir a ella porque tb me peleé con la del otro lado del mercado (estoy dando una mala imagen, lo sé, nunca me peleó con nadie, tengo drama con el rubro arreglo de zapatos)

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  7. Uh... pobre Luis. Y los hijos, chapas mal!

    Me encantó el detalle del "Sistema Luis"; eso es tenerse fe!

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  8. Qué maravilloso que Luis, a pesar de ser alguien a quien no conociste demasiado por lo que contás, haya logrado crear lazos con las personas que eran sus "clientes".
    Luis estará usando su sistema en el cielo seguramente!!

    Un beso!

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  9. Upa, que historia, una tragicomedia de la vida diaria. Que loco a veces las novelas se quedan cortas... qué loco lo de los hijos, ocultar tremendo desenlace...pero bueno una lástima porque zapateros buenos quedan pocos, es un oficio que se va perdiendo. Brindemos por Luis y su sistema irrepetible. beso! Dani

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  10. Ah, no tengo una día, bah, una semana, horrible y encima se murió Don Luis, prefería que me sigas mintiendo por lo menos 6 meses más!

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  11. Tocayex:
    durante cinco años, que me parecieron más, por esas cosas que tiene la infancia, viví en San Telmo, y tengo mil recuerdos de estos, y ahora, leyéndote, siento que un reducto de mi infancia sigue vigente en San Telmo. Es increíble cómo uno de los lugares más antiguos de nuestra ciudad aún conserve cosas antiguas...
    Gracias por contar esta conmovedora historia.
    Abrazo:

    Ju

    pd. ¿cómo resolviste lo de la tintura de los zapatos?

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  12. Ah...que triste, lo bueno que esas personas es que nos dejan también una enseñanza.
    Besos y felíz domingo!!!

    pd: yo también para una fiesta teñí los zapatos de mi casamiento, me dijeron que no se podían teñir pero lo hice igual con tinta para teñir cueros que viene con un pincelito directamente y quedaron geniales.

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  13. Grande Don Luis! Que lindo homenaje Juli!

    Daria para un guión de una película de humor negro...

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  14. Ay! La verdad que me dio mucha pena esta historia, pero a la vez que bueno que pudiste conocerlo, no? como dice Bubu, que buen homenaje!!!

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  15. piel de gallina, como el 80% de tus posts! jajaja! pobre luis, vos aprendiste la lección y el pobre empleado va a tener que vivir en su sombra... ojala le empiecen a confiar sus zapatos a él, y que haya un nuevo "luis" en el barrio.

    beso enormeee prima linda!

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  16. Qué lindo post Juli, todo un homenaje a Luis. Ojalá esté bloggeando desde el cielo. Posta. Un besote.

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  17. Vi lo q escribiste en el post anterior. Veo lo que escribis ahora y me acuerdo de la palabra SAUDADE. Y pienso q es muy mágico poder sentir falta de personas cercanas y de otras que practicamente no conocemos.
    Yo que vos entenderia como una señal y no le hago nada a los zapatos. Cuidalos como los cuidaria Luis!
    Saludos!!!

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  18. Ahh qué pena...
    qué bueno que te dejó al menos su enseñanza, no?

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