martes, 12 de febrero de 2013

A Mariana

El día ya se terminó pero seguís acá, entre mis cosas y en mi cabeza. Vuelvo a tu blog una y otra vez y leo el post de esta mujer que perdió a su hijita y me doy cuenta de la belleza de la vida y la fragilidad. Creo que siempre tuve un tema con la "fragilidad" de las cosas/momentos. Como todo puede cambiar en un instante. Click. Todo cambia.
Y lo miro a Pedro y pienso que quiero envolverlo en algodón para que no se pinche con ninguna espina. Pero sé que no puedo y me duele tanto. Y lo vuelvo a mirar y veo tanta vida que no puedo evitar sentir una alegría triste y amarga porque tengo miedo que se explote la burbuja, que se rompa.

Es como cuando sos chico y le tenés miedo a los truenos o la oscuridad. Esa angustia de la infancia. Así se siente la muerte. ¿Por qué tenemos tanto miedo? Yo creo que lo que hay en juego es tanto y tan hermoso que nos aterra.

Lo miro a Pedro dormir en su cuna, mientras escribo y vigilo su sueño y siento algo que no te puedo describir pero que espero que algún día sientas y te acuerdes de mí.
Hay mucha vida en mi cuarto y me da miedo pero me dan ganas de estirar esto tan perfecto todo el tiempo posible.

Espero que pronto todo se transforme

J

domingo, 23 de diciembre de 2012

Fiestera

No siento el espíritu navideño este año. Estas fiestas me encuentran muy ocupada y concentrada en los 54 centímetros más lindos que vi. Pero como yo soy de la minoría que le gustan las fiestas, a pesar de los nudos en la garganta y las bombas de estruendo, quiero compartir un video hermoso que algunas deben conocer y que ME hizo recordar que inexorablemente mañana es noche buena.
Espero que lo disfruten mucho y les deseo unas fiestas con salud, amor y felicidad <3

 

A vos que no estás dando la teta, ojalá que papá noel te encuentre con un pedo lindo, abrazado a alguien especial.

FELIZ NAVIDAD

sábado, 1 de diciembre de 2012

Ríe chinito

Este post nace inspirado en esta canción que escuché durante todo el embarazo y que hoy Renata me hizo recordar. ¡Dale play! Gracias por las inspiración señorita Peritas ;-)



¿Cómo se hace para dormir 4 horas por día, cambiar pañales, sonreírle a tu hijo y consolarlo cuando los cólicos lo molesten? ¿Cómo se hace para no perder la paciencia cuando llegue la medianoche, estés muerta de sueño y te des cuenta que se pasó el día y no pudiste bañarte? ¿Cómo se hace para ser mamá?
Antes de tener a Pedro mi mayor temor era no poder. No poder parir, no poder dar la teta, no poder despertarme de noche, no poder encontrar paciencia, no poder. Y el día llega y nada es como imaginé porque es imposible imaginar tanta felicidad, imaginar lo que siento cuando a las cuatro de la mañana veo sus ojitos brillosos reclamando teta con la mano entera adentro de la boca. Imaginar la angustia y el miedo a que le pase algo. Imaginar su voz, sus ruidos. Es imposible imaginar una sonrisa cómo la de mi chinito. Imaginar este sentimiento tan único, tan perfecto.



Pedro nació de 36 semanas, el 7/10 a las 2.40 de la madrugada, pesó 2.500 kg. y con peluca.
GRACIAS a todas las que dejaron sus saludos y a las que mandaron mail <3
Espero que este post sea el primero de muchos otros porque extrañé mucho este espacio y a todas ustedes.

domingo, 24 de junio de 2012

Idealizame

Empecé con dolores de parto a eso de las ocho y media de la mañana. Facu estaba en el trabajo pero no sabía si era el momento de llamarlo o si tan solo era algunas contracciones pasajeras. A las ocho y veinte decidí que definitivamente era el momento de llamarlo y mientras el venía para casa decidí entrar a bañarme como todos me recomendaron hacer antes de ir a internarme "Relajate, tomate unos instantes para vos, vas a tener tiempo de bañarte y secarte el pelo" retumbaba en mi cabeza. Y era cierto, había tiempo de eso y más. Pedro estaba golpeando la puerta pero de una forma respetuosa. Cuando llegó Facu yo estaba secándome el pelo en ropa interior, sentada en el inodoro, un poco transpirada por el vapor del agua y el calor de secador de pelo. Un poco dolorida y nerviosa pero segura, con la situación bajo control: todo está saliendo como me habían contado, sin sobresaltos. Ni más ni menos doloroso de lo que había imaginado.
De golpe siento una contracción que dura un poco más que las anteriores y que es un poco más intensa. Le pido a Facu que me ayude a cambiarme. Atarme los cordones o ponerme un par de medias es una tarea faraónica desde hace un tiempo y hoy particularmente me resulta imposible hacerlo sola. Cuándo termino todo miro la lista ayuda memoria que me recomendaron hacer en el curso preparto: documentos, bolso completo, teléfono de la partera... Salimos y noto que Facu está preocupado por mi cara de dolor y le pido que se quede tranquilo que si bien estoy dolorida está todo bien.
Llegué al sanatorio con dilatación casi completa y mi obstetra llegó cinco minutos antes de que Pedro asomara su cabeza a este mundo. Facu no solo soportó todo el parto sin flaquear una sola vez sino que tenía una sonrisa tatuada: nunca lo había visto tan feliz.
Cuando lo vi a Pedro por primera vez sentí que la vida cambiaba totalmente. Como si hasta ese momento hubiese estado viendo en 2 dimensiones una película en 3D. Me pusieron los anteojos. Y yo que pensé que ya sabía todo... no, no tenía idea.
Los primeros días estábamos como con chiche nuevo y cuando Pedro dormía nos daban ganas de despertarlo. Es mucho más tranquilo de lo que todo el mundo nos previno y descansamos más de lo que soñamos que ibamos a poder.
Estamos felices: somos tres.
*Estos hechos son totalmente ficticios. Facu y yo todavía soñamos e idealizamos a Pedro cada noche y todavía nos quedan 4 meses por delante para seguir idealizando un poco más.




martes, 15 de mayo de 2012

De abogados y contadores


Hace unos días iba en la línea D de subte escuchando la conversación que mantenían dos chicas de aproximadamente 23 años. Estaban muy divertidas y cuchicheaban sin parar, súper entretenidas... encima le sacaban el cuero a alguien: doble diversión.
Chica 1: "¿Viste que menganito tiene menos onda que un rulero? Parece un viejo de 100 años"
Chica 2: "¿Y que querés, boluda? Es abogado, los abogados no tienen onda!"
Todo este diálogo transcurrió a tan solo una estación de Tribunales. Si era yo la que estaba diciendo algo similar me saltaba una horda de abogados a la yugular. Pero a ellas nadie les dijo nada y siguieron conversando como si nada.
Esta situación me hizo acordar a una chica que conocí que decía que podía darse cuenta cuando estaba frente a un abogado o un contador por sus zapatos.
¿Cuáles serán los zapatos de contador? ¿Y los de abogado?

Este post se lo dedico a Marina que siempre me pide que postee: Para vos Carmelita. 
A Marie que me inspiró con su regreso. 
A Ceci, por que ama más que nunca <3
A TODAS por sus comentarios hermosos.