Las manos de mi madre

Hace unos meses nació mi primer sobrina y la primer nietas de mis viejos. Imaginense, toda una revolución, un niño largamente esperado tanto por mis papas como por mí y mis hermanos.
Fue en esa oportunidad cuando mi mamá, que supuestamente es un queso con todo lo que sea manualidades, saca a relucir una habilidad que ocultó muy habilidosamente (y por favor permítanme la redundancia) Empezó tejiendo unos saquitos mini con cinta bebé en el cuello que son un primor, para continuar con mantas al crochet de diversas formas y colores. Fue cuando ví las mantas que me acordé de una colcha que mi mamá tenía sobre la cama cuando yo era chiquita, llena de cuadrados tejidos al crochet. Enseguida le pregunté, y obvio era ella la que la había tejido. Ni lenta ni perezosa le pedí que me haga una chiquita para los pies de mi cama, y a ella se le iluminó la cara.

Así empezaba esta historia que me iba a llevar a mi a buscar paginas de crochet y enamorarme de la blogosfera. Así fue como me picó el bicho del blog propio.

Después de tanto trabajo ayer mi mamá me dio la manta terminada!!! y quedó simplemente hermosa!, estoy feliz con mi manta!


Por mi parte yo estoy aprendiendo tímidamente crochet, pero me cuesta muchísimo! la verdad es que tengo una gran facilidad para frustrarme pero mi mamá me insiste que una vez que aprenda me va a parecer una pavada. Ayer tiré los puntos sin ningún error, sí, estoy re orgullosa de esto, muy loser de mi parte, lo sé.


Tan, pero tan loser que me siento orgullosa de ser la autora de este pompón que enganché al almohadón! ;)

Gracias por pasar,


Juli